Volvemos al trabajo con este sendero de pequeño recorrido ubicado en Zarzadilla de Totana, un sendero que nos ha gustado mucho por la historia y por las maravillosas vistas que guarda, es un sendero de reciente Homologación (2015) muy bien restaurado y marcado según he leído gracias a la labor de una familia y a parte del pueblo.

Iniciamos la ruta desde el lavadero público, junto a la fuente de los Grifos justo a su derecha vemos la primera indicacion en un poste, el recorrido se dirige por un camino rural público hacia el collado del Azabache, donde se inicia una senda de montaña entre bosque mediterráneo, sinuosa y con un desnivel apreciable. Pasamos junto a varios carteles interpretativos que nos explican la importancia de los caminos públicos y la necesidad de su recuperación, el ecosistema de bosque Mediterráneo, el Socavón, túnel que comunicaba las minas de arriba con el camino del pueblo, una carbonera , etc… Llegamos a un mirador natural de gran belleza frente al Morrón de Ribazuelo, con la muralla de los Janjorros al frente.

En el collado Chico podremos apreciar la importancia de este lugar para las aves, especialmente las rapaces, donde tendremos que observar una actitud de silencio.
Pronto llegamos al collado del Sudaor, gran explanada que divide las dos vertientes de la sierra, hacia Lorca y hacia Mula, con unos paisajes inolvidables.

Tomamos la senda que hay junto al cartel que explica parte de la fauna local y nos adentramos por una bonita senda de montaña en su ladera de umbría. Llegamos al paso del Contadero o Contador, donde en otros tiempos se controlaban las cabezas de ganado por este estrecho paso de roca.

Entramos en el territorio de la gayuba y de otras plantas medicinales. Se aprecian los carrascales de buen porte y unas vistas impresionantes sobre la majestuosa Sierra Espuña, continuamos subiendo hasta las antenas donde está la cima de esta montaña, el pico del Cerro de la Selva.

La vuelta se hace a la inversa, cuidado en la bajada pues hay zonas donde es muy fácil resbalarse debido a las piedras sueltas.

Es una ruta de dificultad media, por el desnivel y por la exigencia del terreno, muy fácil de seguir gracias a su marcado, educativa gracias a toda la información que encuentras a lo largo de su recorrido y muy bonita, merece la pena hacerla, eso si no esperar al verano por que lo vais a pasar muy mal.