Los 2.699 más intrépidos consiguen hacer meta
 
 
Superar un desnivel de más de 1.500 metros, entre subidas y bajadas a cinco colinas y alguna ‘tachuela’ montañosa más no es cualquier cosa. Pero 2.699 de los tres mil participantes inscritos en la tercera edición de la Ruta de las Fortalezas, que tuvo lugar ayer, lo consiguieron. Son medio millar más de los que lo consiguieron el año pasado, en una muestra de que la fuerza de voluntad, sumada a una buena condición física y a la disciplina en el esfuerzo contribuyen decisivamente a mover montañas.
La salida tuvo lugar poco después de las ocho de la mañana, en la plaza de Héroes de Cavite, tras el izado de la enseña nacional en su mástil de la Escala Real. La primera cima a cubrir era el Monte Calvario. Pero fue la modificación del recorrido en la subida a San Juián la que marcó la diferencia para conseguir que nadie se quedara atrás, según informaron fuentes de la organización. Los participantes no tuvieron que apelotonarse en la transición de la carretera de subida a la senda pedregosa que se utilizó el año pasado. Esta vez, todo el acenso y la bajada tuvieron lugar por sendas anchas.
Tanto fue así que a la seis de la tarde más de 2.200 personas habían acabado la prueba y las siete eran 2.500 las que habían cubierto los 51 kilómetros. Y eso sin privarse de parar en los avituallamientos a comer algo o reponerse a base de líquidos o de contemplar alguna de las seis fortalezas del recorrido.
 
El primero, en cuatro horas
Bien pronto llegó el ganador de la prueba. Rafael Areal Delgado terminó el recorrido en cuatro horas y cinco minutos, poco después del mediodía. Fuentes de la organización indicaron que se trata del mismo atleta que quedó ya tercero y cuarto, respectivamente, en las dos primeras ediciones. La primer mujer, llegó en el puesto 22. Se trata de Inmaculada Tonda Mena, que cubrió el recorrido en cuatro horas y cincuenta y cuatro minutos.
Cuando completaron la prueba, en la Escuela de Infantería de Marina del Tercio de Levante, los participantes pudieron reponer fuerzas tomando un bocado. También recibieron asistencia de fisioterapia y masajes sobre sus cansados músculos y doloridas articulaciones. O simplemente descansar hasta que, pasadas las ocho de la tarde y cerrado el control de llegada, se celebró la entrega de obsequios en las distintas categorías.
 
 
Fuente: la verdad.es